El pasado viernes fue la primer conferencia de prensa de Carlos Bianchi de este año. Y como cada vez que el Virrey se presenta ante la prensa, deja títulos y frases para analizar.
De arranque no esquivó la autocrítica: “Venimos de un año MUY MEDIOCRE”, reconoció. Si bien se cuidó de entrar en detalles de las causas de esa mediocridad (salvo acentuar el tema lesiones: “Nuestro mejor refuerzo es que hayamos vendido a Lesión”), a la vez anunció “oficialmente” el cambio de esquema que se venía viendo en las prácticas, pasaremos de ver el tradicional esquema de tres volantes, un enganche y dos delanteros, a otro de doble volante central, dos carrileros, un mediapunta y un solo delantero neto.
Pero no fue esto lo más jugoso que dejó la conferencia. A las muchas voces soterradas y a algunas explícitas que enuncian que este será un semestre “definitivo”, que si no se gana nada el club rescindirá el vínculo con Bianchi (contractualmente puede hacerlo sin costo alguno), el Virrey jugó a fondo: “En este semestre se verá si estoy capacitado para ser el dt de Boca”, así de brutal, el técnico más ganador de la historia del club demuestra que la tibieza no es uno de sus defectos.
Pero sobre el final, después de autopresionarse, demostró que no come vidrio. Fue ante la consulta sobre las muchas salidas de jugadores del plantel, a lo que respondió, palabras más, palabras menos, que “el grupo está consolidado, ya no se tiene que ir nadie más. No le cortamos la carrera a ninguno y el club llenó sus arcas, ya está”. En obvio tiro por elevación a la comisión directiva, en que ya ni consideren vender a nadie más, teniendo en cuenta las versiones sobre posibles ofertas por Orión, Martínez o Sánchez Miño.
Un Virrey recargado, muy consciente de su responsabilidad, obligaciones y presión. Que sabe bien todo lo que se juega en este torneo que empieza en menos de un mes, que buscará consolidar un grupo y dar rodaje a muchos pibes.
Tranquilos Bosteros, estamos en las mejores manos.
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