Ya se consumieron 5 fechas del Apertura. La cuarta parte del torneo ya es historia, y ya se pueden sacar conclusiones sobre el desarrollo.
Boca ha comenzado el torneo como para estar entreverado entre los candidatos a ganarlo. Tres victorias (vs Unión 4-0, vs Newell´s 1-0 y vs Independiente 1-0) y dos empates (vs Olimpo 0-0 y vs San Lorenzo 1-1), 7 goles a favor, solo 1 en contra, 11 puntos, a 1 punto del líder Rafaela, ingresando hasta ahora en la Libertadores y más aliviado en los promedios. Este es el panorama numérico. Pero la mayor atención hay que prestarla al panorama futbolístico.
Boca ha ido de menor a mayor. Primero fue un opaco empate en Bahía, que seguro se valoriza más ahora, luego de ver caer a Vélez en esa ciudad. Luego, la goleada a Unión que obró como un bálsamo, la victoria tan agónica como merecida en Rosario ante Newell´s, el empate frente a San Lorenzo, que debió ser triunfo a no ser por una actuación providencial del arquero rival y la victoria del domingo ante Independiente, tan escasa en el marcador como amplia en el desarrollo del partido.
En la notable mejoría con respecto a los torneos anteriores han influido varios aspectos, los cuales se han potenciado y retroalimentado entre ellos:
- La unión del vestuario: dicen los que conocen la intimidad del plantel que hace mucho que no se veía al grupo tan compenetrado en pos de un objetivo.
- El rendimiento de los refuerzos: se apuntó a los puestos justos, y al menos en este comienzo, se acertó con los hombres. Orión se ha afirmado en un arco que quemaba, Schiavi es el gran responsable del mejoramiento defensivo aportando sobre todo su experiencia para ordenar el fondo, Roncaglia, como marcador lateral derecha a cumplido aceptablemente y Cvitanich realiza un tremendo desgaste todos los partidos, que de a poco empieza a rendir frutos.
- La actualidad de Román: después de años hizo la pretemporada a full, mejoró notablemente su relación con Falcioni (lo hizo capitán) y se siente referente afuera y técnico adentro de la cancha. Y si Román tiene aire y está “felí”, Boca tiene un plus muy grande sobre el resto.
- La consolidación de un “equipo base”: ya estaba el bosquejo en el torneo anterior, y la llegada y acople de los refuerzos le ha permitido al técnico repetir fecha a fecha la misma estructura de equipo, esto da confianza y solidez a los que juegan y encima permite que los eventuales reemplazos entren en un medio consolidado lo que potencia sus rendimientos.
Desde la pretemporada que Falcioni, abjurando de casi toda su historia, definió que Boca jugaría con enganche, que el esquema sería 4-3-1-2, y que no se tocaría en caso de contar con Román por algún motivo. Pero el último domingo, no estando todavía bien rodado Gracián (el reemplazo natural de Román) luego de su lesión, cambió hacia un ofensivo 4-3-3 que dio buen resultado.
Esto da para el optimismo, porque el equipo no se encasilla en un solo esquema y tiene variantes. Pero sobre todo da para el optimismo el fortalecimiento defensivo dentro de un esquema que en largos pasajes del torneo pasado hacia agua.
Era fácil jugarle a Boca, te parabas en 3/4 de tu propio campo, presionabas un poco, recuperabas la pelota, salías rápido y te caías adentro del arco. Ahora eso no pasa. ¿Qué sucedió?
La defensa cambió virtualmente en su totalidad. Llegó Orión y parece haber sido arquero de Boca desde hace años. Roncaglia se está asentando por derecha, permitiendo que Clemente vuelva a la banda izquierda, “su lugar en el mundo”. Schiavi con toda su experiencia a cuestas está venciendo los prejuicios que teníamos sobre su edad, y ordenando a todos hace jugar bien hasta a Insaurralde y a Caruzzo.
Y si a Boca le llegan poco, también es mérito del medio campo. Somoza está marcando y corriendo mucho, pegando un poco de más y fallando demasiado cuando recupera la pelota, pero cumple con creces en la parte defensiva. Erviti va encontrando su lugar, se corre hacia un doble 5 para permitir la subida de Clemente (muy importante en ofensiva) y lo releva a este en defensa. Por ahora cumple más en retroceso que en asistir hacia adelante, pero aporta mucho al equilibrio y balance del equipo.
En la parte ofensiva, se genera una razonable cantidad de situaciones de gol por partido, pero se está convirtiendo poco. Salvo en el partido contra Unión (de los 4 goles, 3 fueron en un ráfaga de 10 minutos), después solo se convirtió de a 1, y se termina sufriendo por falta de eficacia. Punto a resolver rápidamente.
Se vienen 5 partidos que nos conducirán a la mitad del torneo en un mes. San Martín sanjuanino en casa, visita a Lanús, viene el pincha, vamos a La Paternal y recibimos a Tigre. Un fixture que parece como para mejorar este arranque de 11 puntos. En todo caso sabremos a ciencia cierta si estaremos peleando arriba. Todo indica que esta vez puede ser. En poco tiempo lo sabremos.
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