No puede no preocupar (y mucho) la derrota 1-3 en Mar del Plata ante Aldosivi. Ya sabemos que es pretemporada y el técnico prueba y lis resultados no importan demasiado y ñañañaña. Lo cierto es que Boca viene de mayor a menor en esta pretemporada y si bien falta bastante para el reinicio, la cosa no pinta bien.
Boca es un equipo desbalanceado. Al que no le cuesta llegar a posiciones de gol. Buenas triangulaciones, cambios de ritmo, estocadas de Gago, desbordes, subidas de los laterales. Solo falta efectividad, pero ese seria el problema menor porque las ocasiones se generan. El asunto es en la otra parte del juego del fútbol, la defensiva. Anoche y sobre todo en el segundo tiempo Boca se regalo en defensa. Con la última línea marcando casi en la mitad de la cancha, se necesita mucha coordinación en la presión y el achique para que un simple pelotazo a un jugador abierto no termine en clara situación de gol. Dicha coordinación brillo por su ausencia. Fabra viajaba, Barrios no hacia el relevo y Magallán no llegaba a cerrar, asi toda la noche nos entraron por la izquierda. Y por si fuera poco marcamos en zona en los corner y recibimos otro gol calcado al del clasico. Centro que llega a un lugar vacio y rival que cabecea solo. Y si todo esto es poco, Werner se come un gol insólito a poco de empezado el partido. El Loco Gatti (prócer del arco) decía que un arquero está maduro despues de comerse 100 goles pavos. El problema es soportar esa centena y encima desconocemos como va la cuenta de Werner y si le falta mucho para terminar de madurar.
De lo poco positivo de la noche, lis minutos de Junior Benítez. Potencia, desborde y definición. Mas que promisorio arranque. Demasiado poco para conformarnos en una linda noche de verano
Boca es un equipo desbalanceado. Al que no le cuesta llegar a posiciones de gol. Buenas triangulaciones, cambios de ritmo, estocadas de Gago, desbordes, subidas de los laterales. Solo falta efectividad, pero ese seria el problema menor porque las ocasiones se generan. El asunto es en la otra parte del juego del fútbol, la defensiva. Anoche y sobre todo en el segundo tiempo Boca se regalo en defensa. Con la última línea marcando casi en la mitad de la cancha, se necesita mucha coordinación en la presión y el achique para que un simple pelotazo a un jugador abierto no termine en clara situación de gol. Dicha coordinación brillo por su ausencia. Fabra viajaba, Barrios no hacia el relevo y Magallán no llegaba a cerrar, asi toda la noche nos entraron por la izquierda. Y por si fuera poco marcamos en zona en los corner y recibimos otro gol calcado al del clasico. Centro que llega a un lugar vacio y rival que cabecea solo. Y si todo esto es poco, Werner se come un gol insólito a poco de empezado el partido. El Loco Gatti (prócer del arco) decía que un arquero está maduro despues de comerse 100 goles pavos. El problema es soportar esa centena y encima desconocemos como va la cuenta de Werner y si le falta mucho para terminar de madurar.
De lo poco positivo de la noche, lis minutos de Junior Benítez. Potencia, desborde y definición. Mas que promisorio arranque. Demasiado poco para conformarnos en una linda noche de verano
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