6/11/11

Bien perfilados para la recta final.

    Este partido estaba marcado en rojo en el fixture. Alto riesgo. Cancha brava, solo 3 triunfos en los últimos 20 años, rival preparado para jugarse el honor, porque a pesar de no tener ya chances en este torneo (está a 11 puntos) y jugarse el jueves el pase a semifinales de la Sudamericana, el técnico rival puso lo mejor que tenía a mano.

   Y para Boca, con su mal de ausencias a cuestas, era fundamental mantener la racha invicta (ya llega a 24 partidos), para encarar con todo el envión final del torneo.

   Y fue 0-0, y tranquilamente se pudo ganar. Sin disputar un partido brillante (Boca fue más bien utilitario), tuvo las ocasiones más claras para convertir, sobre todo en el penal que Montoya le atajó al Flaco Schiavi, penal producto de un foul sobre Araujo en la mejor jugada del pibe (no estuvo a la altura de lo que se espera, no importa, sobra tiempo).

   Falcioni intentó mantener el esquema con enganche, con Pochi en ese lugar, “inventando” a Erbes como reemplazo de Rivero, pero el  experimento no fue satisfactorio, Pichi pasó desapercibido y Pochi jugó el peor de los 3 partidos que lleva reemplazando a Román. Al punto que después de un primer tiempo, donde Boca fue superior, maniató a Vélez, no lo dejó llegar nunca (aunque tampoco llegó demasiado), promediando el segundo tiempo, y con el local copando el medio de la cancha y llegando a preocupar más a la defensa, hubo cambio de esquema. Entró Colazo por Erbes, pasó Chávez a la derecha, se corrió Erviti (gran partido) como doble 5 con Somoza (otro que jugó mucho y bien) y se terminaron los sofocones para Boca.

   En resumen, un primer tiempo donde fuimos superiores, un segundo mucho más parejo, pero siempre que pudo, Boca intentó ganar. Faltó profundidad y volumen de juego en esta ocasión. Pero el punto sirve, y mucho.

   Ahora el torneo se para una semana por las eliminatorias. Y en la próxima se viene Rácing a La Bombonera, en un partido que puede ponerle un punto final al torneo cuando falten 4 fechas más. Ellos jugarán su última carta. Boca lo esperará con lo mejor, porque, de no mediar nada raro, volverán Román, Cvita y tal vez Rivero. Hoy nos deja una duda grande la salida de Roncaglia, pero hay tiempo para recuperar soldados.

   Y lo repito, si vuelve Román, todos sabemos que todo es mucho más fácil. Y bello.

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