Cancha complicada (desde 2008 que no ganábamos ahí), rival encumbrado (a solo 4 puntos), técnico especialista en complicar a los grandes, primer partido oficial post-Carlitos, compañía en la punta al comenzar pues San Lorenzo ya había vencido a Belgrano. Un combo que preanunciaba una tarde-noche complicada. Por eso se valora y mucho el triunfo por 2-0 con el doblete de Benedetto.
Todo el combo preanunciado se vio confirmado en los primeros 25´. Ese fue el tiempo que le duró a Banfield el plan de presión constante en todos lados, salida rápida una vez recuperada la pelota, ataque por los costados y centros cruzados. Lo tuvo Cvita de arranque, cuando se durmió Vergini (único error en el partido) y el cabezazo se fue afuera. Lo volvió a tener de nuevo de cabeza, pero le anularon el gol (mal, estaba milimétricamente habilitado). Pero esta vez Boca hizo alarde de efectividad, pues un par de minutos después, movieron la pelota por todo el frente de ataque, para terminar en un desborde de Fabra, centro rasante y gol de Benedetto. Siguió 10 minutos más el asedio del local y sacó una pelota tremenda Rossi. Pero a partir de la media hora, mermó la presión, se asentó mejor Boca, adelantó las líneas, el medio comenzó a tocar con criterio y de a poco las ilusiones locales fueron decayendo.
No bien empezado el segundo tiempo, con Banfield atacando con ímpetu pero sin ideas, y sobre todo sin orden, un buen contragolpe genera el desborde de Barrios por derecha y otra vez el centro rasante que conecta Benedetto, 2-0 y partido liquidado. Banfield no volvió a inquietar y Boca no forzó el ritmo y solo se limitó a esperar el error rival para volver a machacar. No se produjo y así se consumió el partido.
Generaron preocupación las salidas de Centurión y Benedetto, pero aparentemente no revisten importancia. Se lamenta la expulsión de Sebastián Pérez sobre el final, pero no será determinante para la formación ante Talleres.
Se ganó con seguridad y oficio, se supo sufrir el partido cuando tocó y se supo ser efectivo cuando se pudo. Ya son 5 triunfos en serie desde que derrotamos a San Lorenzo, y ya son 5 triunfos en serie como visitantes (¿alguien recuerda que estuvimos casi 9 meses sin ganar como visitantes hasta que esta racha comenzó?). Por lo tanto, sin soltar palomas ni hacer sonar la orquesta, un triunfo que reconforta y da tranquilidad de cara al futuro. Además desde lo numérico, solo queda San Lorenzo a tiro por detrás, el resto va quedando lejos.
Obviamente hay cosas que pulir. Al ir con mucha gente, se sufre en las contras, y sobre todo por le lado izquierdo. Viaja Fabra, Bentancur no tiene oficio para el relevo e Insaurralde no es rápido para cerrar cruzando. La mayor parte del peligro que generó Banfield vino por ese lado. Por el otro sector, lo opuesto. Jara tiene más marca, no sube tanto, cuando lo hace lo releva Barrios, con más oficio y de última cruza Vergini, más atlético para cubrir sectores abiertos. Rossi tuvo un acertado debut oficial y confirmo lo visto en el amistoso vs Colón, personalidad, orden, acertada cobertura del arco, buena salida de alto y buen manejo con los pies. Más que interesante proyecto a largo plazo. Gago no estuvo cómodo durante largos pasajes, pero cuando tuvo respiro y pudo asociarse con Bentancur mostró toda su capacidad. Acertado Barrios, encontró su lugar como eventual reemplazo de Pablo Pérez. Dinámico, no es negado con la pelota y tiene mucho despliegue para recuperar. Flojo una vez más Pavón, su juego entró en una meseta de la que no sale hace tiempo, oportunista como nunca Benedetto. Participó poco, pero mando adentro las dos que tuvo, nada más se le puede pedir. Y Centurión es distinto, es crack, pero se hace golpear innecesariamente muchas veces por cancherear las jugadas.
Nos vamos optimistas luego del demorado reinicio. El camino está marcado y con algunas mejoras nos deberíamos encaminar a un festejo grande en un par de meses. Que así sea
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