Tomese el título de este post como mitad dato duro de la realidad, mitad esperanza, porque a esta altura de la competencia no se puede no estar esperanzado en el futuro y desear, rogar o implorar que el correr de los partidos den sustento real a la esperanza de hoy.
No arranco bien Boca. Nunca una derrota, asi sea por la mínima, ante el mejor equipo argentino de la actualidad y ciertamente no merecida, puede dejarnos tranquilos. Son dudas hay mucho por cuestionarse y mejorar.
Si tomamos en cuenta el último partido ante Lanús, allá por marzo, cuando nos dieron un soberano baile, la mejora es notoria. ¿Nos alcanza como consuelo?. Para nada. Simplemente sirve para poner las cosas en.contexto.
Si algo se le puede criticar a Boca de entrada, es la resignación del protagonismo, sea por defecto propio o por virtud del rival. Boca priorizo el orden y el cerrarle espacios y caminos de toque a Lanús en el.propio campo. Si el objetivo fue que Sara trabajara poco, se.logró, pero ello implicó muy serios problemas para comprometer la defensa rival. Boca presionaba en tres cuartos de campo propio y las pocas veces que intentó la presión alta lo hizo descoordinadamente y con poca gente involucrada. Hasta el gol rival (mediados del s.t.). El tandem Pérez-Bentancur pasó poco y nada al ataque y ambos se conformaban con distribuir sin arriesgar. Pavón, en ese mismo lapso encaró poco y nada, más preocupado por la subida del lateral que en.preovuparlo a él. Del otro lado Castellani trasladó mucho y lastimo poco. Carlitos aparecía solo por chispazos y Benedetto desperdició las dos claras que tuvo.
Lo que mas bronca da es que Bocs cambió mucho en desventaja. Salió Castellani y entró Centurión, Bou reempazo a Benedetto. El equipo empezó a arriesgar, Pavon y Centurión desbordaban, Bou se lo perdió por poco, Carlitos intervenía más, Bentancur fue para adelante, los laterales subieron. Obviamente nos queda el sabor amargo de porque no se intentó eso desde el comienzo. Tampoco se encuentra explicación al exceso de prolijidad y tranquilidad, rayana a la apatía cuando los minutos queman y el partido se pierde. La falta de una sana rebeldía es otra carencia.
Esto recién empieza y el equipo está en formación. Paciencia y confianza, hay material para que esto ande. Y va a andar.
No arranco bien Boca. Nunca una derrota, asi sea por la mínima, ante el mejor equipo argentino de la actualidad y ciertamente no merecida, puede dejarnos tranquilos. Son dudas hay mucho por cuestionarse y mejorar.
Si tomamos en cuenta el último partido ante Lanús, allá por marzo, cuando nos dieron un soberano baile, la mejora es notoria. ¿Nos alcanza como consuelo?. Para nada. Simplemente sirve para poner las cosas en.contexto.
Si algo se le puede criticar a Boca de entrada, es la resignación del protagonismo, sea por defecto propio o por virtud del rival. Boca priorizo el orden y el cerrarle espacios y caminos de toque a Lanús en el.propio campo. Si el objetivo fue que Sara trabajara poco, se.logró, pero ello implicó muy serios problemas para comprometer la defensa rival. Boca presionaba en tres cuartos de campo propio y las pocas veces que intentó la presión alta lo hizo descoordinadamente y con poca gente involucrada. Hasta el gol rival (mediados del s.t.). El tandem Pérez-Bentancur pasó poco y nada al ataque y ambos se conformaban con distribuir sin arriesgar. Pavón, en ese mismo lapso encaró poco y nada, más preocupado por la subida del lateral que en.preovuparlo a él. Del otro lado Castellani trasladó mucho y lastimo poco. Carlitos aparecía solo por chispazos y Benedetto desperdició las dos claras que tuvo.
Lo que mas bronca da es que Bocs cambió mucho en desventaja. Salió Castellani y entró Centurión, Bou reempazo a Benedetto. El equipo empezó a arriesgar, Pavon y Centurión desbordaban, Bou se lo perdió por poco, Carlitos intervenía más, Bentancur fue para adelante, los laterales subieron. Obviamente nos queda el sabor amargo de porque no se intentó eso desde el comienzo. Tampoco se encuentra explicación al exceso de prolijidad y tranquilidad, rayana a la apatía cuando los minutos queman y el partido se pierde. La falta de una sana rebeldía es otra carencia.
Esto recién empieza y el equipo está en formación. Paciencia y confianza, hay material para que esto ande. Y va a andar.