Lo buscaron con ahínco. Lo buscaron con desesperación. No se fijaron en gastos. No tuvieron escrúpulos. Lo tenían que lograr. No importaban los obstáculos. Tratar de disimular una de las mayores pecheadas de la historia era un buen motivo para los de adentro. Justificar las exageradas alabanzas que les prodigaron durante todo el año, un año plagado de fracasos, era un excelente motivo para la complicidad de los de afuera. De los que modulan la opinión.
Y así le robaron el partido a Tigre el miércoles a la vista de todos y sin sonrojos. Y así nos robaron alevosamente hoy. Con la complicidad del inefable Tello, más alevosa y descaradamente que a Tigre. Con la complicidad explícita de los que no reclaman ni tarjetas ni penales a favor de uno, callan y encubren los errores a favor del otro y analizan como si todo fuera normal.
¿El partido? ¿de verdad se puede analizar algo cuando nos negaron 2 claros penales y nos echaron C I N C O jugadores?. Que lo disfruten. Que lo aprovechen. Lloren de emoción. Nada borrara lo anterior. Y el fútbol siempre, pero siempre tiene revancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario